La Cámara de Apelaciones revocó la resolución judicial por la que el hurrero zacariísta Elías Bernal Sánchez, chicana mediante, pretendía eludir someterse a la prueba de ADN, en un proceso abierto por proxenetismo y abuso sexual.
Con esta decisión, el politiquero queda embretado e indefectiblemente deberá someterse a la prueba de paternidad de una beba, producto de un abuso sexual. Con ello, igualmente se hace más que inminente la imputación del mismo dentro de la causa que está siendo investigada por el fiscal Miguel Ángel Alvarenga.
Después de más un año de trabas y chicanas judiciales, el proceso que investiga un grave hecho de proxenetismo y abuso sexual que derivó en el embarazo de una niña de 13 años podría tomar el impulso necesario, que conduzca hacia el esclarecimiento de los hechos.
A través del Auto Interlocutorio N° 43 de fecha 19 de marzo del corriente año, la Segunda Sala en lo Penal de la Cámara de Apelaciones revocó un AI anterior, que apuntaba a brindar impunidad de los procesados.
Con la resolución firmada por los camaristas Belén Agüero, Miryan Meza de López e Isidro González Sánchez, indefectiblemente se deberá realizar la prueba de ADN, que en definitiva determinará quién fue el autor de la violación que derivó en el alumbramiento de una beba.
Dentro de la causa, además de Elías Bernal Sánchez deberán someterse a la prueba laboratorial su hermano Francisco Bernal Sánchez, y varias otras personas más. Lo llamativo del caso es que solamente los hermanos Bernal Sánchez son quienes se oponen a la realización de dicha prueba.
Apelan a diversas chicanas jurídicas. Incluso, el seccionalero Elías Bernal permanentemente invoca ser integrante del “primer anillo” del ex gobernador Justo Zacarías Irún y su hermano, Javier Zacarías Irún, para lograr algunas resoluciones favorables.
Entre las tantas chinacas, su defensa técnica había planteado una falta de acción contra el Ministerio Público, logrando una resolución favorable otorgada por una jueza en primera instancia. Sin embargo, esta resolución quedó revocada por la Cámara de Apelaciones, por lo que indefectiblemente deberá realizarse el ADN, que es la prueba por excelencia en este tipo de procesos donde se busca demostrar o descartar una paternidad.
El caso investigado ocurrió en el año 2015, en el barrio San Juan de Ciudad del Este, en las inmediaciones de la parada de la Empresa 3 de Febrero. El local, en horario diurno funcionaba como PC del Partido Colorado, pero llegada la noche se convertía en un prostíbulo.
Allí, las pupilas eran dos menores de edad de 13 y 15 años, respectivamente, hija de Mirian Isabel Duarte quien regenteaba el lugar. La propia madre de las menores las explotaba sexualmente, conforme a los datos obrantes en la carpeta fiscal. La mujer también está investigada por el Ministerio Público.