Miles de feligreses se congregaron ayer en la Parroquia María Auxiliadora del Km 20 en Minga Guazú, para honrar a la Patrona del Agro del Alto Paraná. La ocasión siempre es propicia para que la Iglesia reclame a los gobernantes mejores acciones a favor de la ciudadanía, lo cual llamativamente no ocurre en el Este del país, donde visiblemente el Obispo no se distancia de los corruptos que roban al pueblo.
Y ayer una vez más quedó denotado eso. La misa central en honor a María Auxiliadora fue celebrada por Monseñor Guillermo Stecking, y concelebrada por decenas de sacerdotes salesianos. El intendente Digno Caballero, acorralado por denuncias de corrupción, nepotismo, sobrefacturaciones y negociados con el clan Zacarías, encabezó la caterva de dirigentes políticos que se colocaron una vez más en primera fila en la misa.
Con él estaba su esposa, quien apenas horas antes votaba en el congreso en contra del pueblo, al aprobar que el presidente Cartes se salga con la suya y no se impongan impuestos mayores a los que paga por la producción y venta de cigarrillos de sus tabacaleras. Blanca Vargas de Caballero, fue uno más del montón de diputados venales que apoyó el rechazo de más gravamen tal como lo piden a gritos los médicos de Salud Pública, entre ellos el futuro ministro de Salud.
Otros corruptos que “adornaron” con su presencia las festividades de María Auxiliadora, fueron el gobernador Fernando Schuster, el lacayo del clan Zacarías, Nery Jara; el concejal departamental Owaldo Báez, uno de los principales que encubría las fechorías del ex gobernador Lucho Zacarías, y los concejales de Minga Guazú que encubren los robos de Digno Caballero.
La feligresía esperaba que la Iglesia también se recuerde de ellos, pero Mons. Steckling se quedó en el molde de todos los años y no mencionó una sola palabra contra la corrupción. Habló solamente de las dos lecturas del día, y ni siquiera puso ejemplos para compararlos con la realidad de hoy. En el Este, la Iglesia todavía no escuchó el pedido del Papa Francisco, al pedir que los Obispos cuiden a sus rebaños y se pongan del lado de la gente.