Conforman casi una asociación criminal, gracias a las influencias del nefasto clan Zacarías. Sandra Mac Leod de Zacarías, intendenta de Ciudad del Este; y Carolina Rosa Gadea de Riveros, fiscal en lo penal de Ciudad del Este desde hace muchos años, y una de las más antiguas de la región a quien no se conoce trabajo alguno en el ámbito judicial antes de incursionar como “representante de la ciudadanía”.
Una vez más se unen, esta vez para humillar a 23 trabajadores que hace más de 17 años fueron despedidos de la Municipalidad de Ciudad del Este por el entonces intendente Javier Zacarías Irún, marido de la actual jefa comunal. Los ex obreros de la institución municipal ganaron el pleito judicial en todas las instancias, y consiguieron que un juez de ejecución de sentencias obligue a la intendenta a ejecutar el pago de indemnizaciones.
Al principio eran más de 3.800 millones de guaraníes, los cuales fueron convenientemente incluidos en el presupuesto general de gastos de la Municipalidad en el ejercicio fiscal del 2017 para que sean ejecutados. Sin embargo, la ladrona más grande que tiene la capital departamental, hoy intendenta Sandra de Zacarías, no cumplió la orden judicial y a pesar de las protestas que se iniciaron a fin de año, no procedió al pago a los trabajadores tal como le ordenó la Justicia.
Fueron varias semanas de protestas en carpas en la plaza de la Paz, donde los ex obreros comunales se tuvieron que encadenar para intentar presionar por el cumplimiento de una orden judicial que les favorecía. Tal pago no ocurrió, por lo que ante la negativa del juez Mario Aguayo de remitir los antecedentes al Ministerio Público para que Sandra de Zacarías sea procesada por desacato, los mismos trabajadores tuvieron que denunciar el desacato ante la fiscalía.
Y así fue que la historia se repitió, ya que la denuncia de los humildes trabajadores tras la parodia de sorteo de la causa, fue a parar en la Unidad de Carolina Rosa Gadea, la misma que ya cajoneó decenas de denuncias de corrupción contra el clan Zacarías, y que hasta llegó a humillar a quienes iban a ratificar sus denuncias contra el nefasto clan familiar que saquea desde hace más de 17 la Municipalidad de Ciudad del Este.
El detalle que el marido de la fiscal Carolina Rosa Gadea sea un funcionario municipal de baja estofa en la administración de los Zacarías en la Comuna, y el abuso que cometió Sandra de Zacarías al depositar en un banco 150 millones de guaraníes de los más de 4.000 millones que adeuda a los obreros, son apenas anécdotas, pues no se los puede comprar con la gravedad del delito cometido por Sandra de Zacarías y la impunidad que le otorga la fiscal en cuestión, a quien le sobran documentos y evidencias para imputar a la más corrupta administradora de la historia en Ciudad del Este.
La intendenta de Ciudad del Este habla en los medios manejados por su marido a boca llena como quien se preocupa de la gente más humilde, pero al cerrarse los micrófonos evidentemente se ríe a carcajadas de todos ellos. Sin lugar a dudas, estamos hablando de dos miserables mujeres, que usan el poder que tienen circunstancialmente, para caer en este bandidaje que lo sufren los más humildes, como en este caso los ex obreros de la Municipalidad de Ciudad del Este.