A través de un escueto escrito y sin aportar evidencia alguna, ayer el ladrón mayor de Ciudad del Este Javier Zacarías Irún y su esposa, la corrupta intendenta Sandra Mc Leod, presentaron un escrito ante la unidad fiscal que investiga el supuesto ataque a su residencia ocurrido semanas atrás, y pide la imputación de otras tres personas que forman parte en forma permanente de las manifestaciones contra ellos y contra los robos que cometen con total impunidad.
La pareja de ladrones se anota “en calida (sic) de víctimas” según el escrito, y piden la ampliación de la imputación por perturbación de la paz pública, homicidio doloso en grado de tentativa y lesión grave, para que alcance también a otras tres personas. Se tratan de Aldo Barrios, el joven cuya vivienda fue atacada por hurreros del clan Zacarías encabezados por Aida Molinas esa misma noche, unas horas antes, y cuyo caso no es investigado por la fiscalía.
Además, Valentina Giménez Torres, una de las cabezas visibles de los escraches al clan de ladrones; y finalmente a la ex amante de Javier Zacarías Irún, Sandra Ramona Casco Aponte. En el caso de esta última, se trata de una especie de “juramento de venganza” que habría hecho la intendenta Sandra de Zacarías, por haberse la misma, involucrado sentimentalmente con su marido y haberlo admitido públicamente.
Javier Zacarías y su mujer presentan el escrito señalando que “el informe policial” del hecho ha arrimado detalles de lo ocurrido, indicando que encontraron vainillas percutidas de arma de fuego que los manifestantes no tenían, y habla de un “atraco a nuestro domicilio”. Exigen además que todos ellos, junto a los otros cuatro jóvenes ya imputados, también sean procesados por homicidio en grado de tentativa, y lesión grave.
