Este era el ambiente en la noche de ayer frente a la Junta Municipal de Ciudad del Este. Hurreros y funcionarios municipales arreados estaban muy cerca de manifestantes libres que desde hace dos meses vienen escrachando a la familia ladrona.
El clan Zacarías da manotazos de ahogado con amenazas a concejales, y un desesperado llamado a gremios a que aparezcan a defender sus robos.
La Policía decía anoche que tendría capacidad de control.