Claro que la noticia no es nueva, pero de que su nombre aparece en los medios con estrecha conexión a los ladrones del clan Zacarías, sí. En Ciudad del Este es conocido como “Andrés Lu”, y su última incursión pública por acá fue en la Secretaría de Industria y Comercio de la Gobernación en la era de Lucho Zacarías.
Fue de ese lugar que dio un salto gigantesco, pues este “avivado” que está claramente protegido por la embajada de Taiwán, logró desde ese cargo acceder a una millonaria beca para estudiar en los Estados Unidos por más de un año, y seguir percibiendo su salario como funcionario del gobierno regional.
Y no es este el único beneficio que logró con el dinero público, pues también accedió a otros “regalos” de sus jefes mafiosos que hoy están a punto de caer. Andrés Lu tuvo seguidos viajes con millonarios viáticos pagados por el fondo público, sin que se sepa efectivamente el resultado de su trabajo, ni que ello resultare de beneficio para la ciudadanía.
La explicación de estos privilegios es que desde muy joven, formó parte de la “tierna podredumbre” del clan Zacarías, pues es yerno del escribano que se encarga de casi todas las escrituras que necesita el clan de ladrones para sus negocios en el Este, que en los últimos años y especialmente en la era Cartes, se extendieron a nivel país.
Como abogado, esposo de la también escribana Johana Orella de Lu, registró la firma “Shopping del Este”, en el 2009 con el nombre de José Eduvirges De Souza Filho, a quien hasta ahora se considera testaferro del clan Zacarías, pues esa estructura comercial que está en parte de las 9 hectáreas que debían ser destinadas a los mesiteros, pertenecería al clan de ladrones.
El nombre completo de este ciudadano es Andrés Tseng Lu, y después de volver de los Estados Unidos donde fue a estudiar con el dinero del pueblo paraguayo, se instaló como asesor de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, recomendado por el líder de la mafia esteña, Javier Zacarías Irún, y súper protegido por la embajada de su país, Taiwán. El chinito avivado, sigue disfrutando de la “fresca viruta” que debe pagar el pueblo paraguayo.