La Fiscalía Especializada Antisecuestro, a cargo de Zunilda Ocampos Marín, propició una condena de 4 años y 6 meses de prisión a un joven, que cuando era aún adolescente cometió un secuestro en el 2016 en la zona de Minga Porá. La pena máxima prevista en la legislación para menores de edad es de 8 años.
El juicio oral tuvo lugar este 24 de octubre en la sede del Poder Judicial de Ciudad del Este. En la oportunidad, la representación pública produjo pruebas documentales y testificales para sustentar la acusación contra el encausado, identificado con las iniciales A.G.V., quien reconoció el hecho y pidió disculpas a la víctima y a sus familiares. Finalmente, el Tribunal Colegiado de Sentencia, conformado por Zunilda Martínez Noguera, Herminio Montiel y Marino Méndez, dictó el fallo condenatorio.
El plagio ocurrió el 26 de julio de 2016, a las 15:30 aproximadamente, en el interior de un establecimiento ganadero ubicado en el distrito de Minga Porá, al norte de la capital del Alto Paraná, resultando víctima el capataz, de nombre Celeste Lopes Mattos (63), de nacionalidad brasileña. Según los antecedentes, en aquella oportunidad, el menor ingresó en la propiedad perteneciente a Pablo José Da Silva y atacó a Lopes Mattos, quien se encontraba regando hortalizas en la parte posterior del inmueble. Seguidamente le apuntó con un arma de fuego, le tomó a la fuerza y le llevó hasta una zona boscosa, ubicada en las inmediaciones del lugar.
Luego, el agresor sustrajo el celular de la víctima, con línea de Tigo (0985) 975903, y siendo a las 16:00 aproximadamente realizó la primera llamada al teléfono de Lourdes de Mattos, esposa de la víctima, pero fue atendida por el propietario del establecimiento. El adolescente le dijo que tenía en cautiverio al señor Celeste y para liberarlo exigió el pago de la suma de 10 mil dólares americanos, caso contrario amenazó con matar al anciano. Pidió que la entrega de dinero se haga de manera rápida y como acto intimidatorio efectuó varios disparos con su arma de fuego.
Posteriormente, el secuestrador llevó al sexagenario a unos 500 metros del lugar y amenazó nuevamente con matarlo. Realizó otra llamada y bajó sus pretensiones a 25 millones de guaraníes, pero como no obtuvo respuesta favorable redujo a 10 millones y luego a 5 millones el pedido por la liberación de la víctima. Los familiares del brasileño, en todo momento, recibieron el asesoramiento del subcomisario Mario Vallejos, del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional.
A las 21:00, acordaron en 3 millones el pago por la libertad del secuestrado, que finalmente se concretó. La entrega del dinero se realizó en una zona oculta, en las cercanías de una antena telefónica de la firma Personal. Tras cobrar el dinero, el menor se introdujo otra vez a la zona boscosa, llevando consigo el celular de la víctima. En prosecución de la investigación, el 27 de julio, agentes del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional realizaron un rastrillaje por la zona urbana de Minga Porá. Hurgando sobre el tema, los agentes llegaron hasta un local de venta y activación de celulares, donde comprobaron que el autor del secuestro había adquirido de allí un teléfono por la suma de 1.500.000 guaraníes.
Al día siguiente, es decir el 28, a las 13:00 aproximadamente, los miembros de la fuerza pública localizaron y detuvieron sospechoso. De su poder requisaron el celular de la víctima y el teléfono que había comprado con el dinero del rescate, además de un revólver calibre 20 mm. Finalmente, la fiscal Zunilda Ocampos inició el proceso penal contra el adolescente por el hecho punible de secuestro y ahora obtuvo su condena a 4 años y 6 meses de pena privativa de libertad.