De acuerdo a informaciones proporcionadas por dirigentes del primer entorno del clan de ladrones que maneja la Municipalidad de Ciudad del Este como un boliche familiar, la intendenta Sandra de Zacarías viene desde hace varios meses poniendo a punto su renuncia, pero su marido, Javier Zacarías Irún especialmente, no le permite presentar el documento a la Junta Municipal.
Una de las crisis más graves que tuvo la jefa comunal habría sido en la noche en que denunció haber sido atacada por manifestantes en su casa, en un momento en que ni su hijo Javier Zacarías Mc Leod, ni su marido Javier Zacarías Irún estaban en la casa. El teatro montado ya fue posterior a la llegada del jefe de la gavilla familiar, a la residencia, y fue también entonces que cambiaron las versiones sobre lo ocurrido en el lugar.
De hecho, no ocurrió ningún ataque, pero la habrían obligado a Sandra de Zacarías a denunciar que fueron atacados. Sin embargo, hasta ahora la familia de ladrones se niega a proporcionar imágenes del circuito cerrado de la vivienda, y la fiscal que “investiga” el caso no realizó diligencia alguna solicitada por la defensa de los jóvenes procesados, como por ejemplo, pedir el video de sus cámaras a los vecinos.
Fue uno de los momentos en que Sandra de Zacarías se predispuso a renunciar, a pedido de uno de sus hijos, pero no le habrían permitido presentar el documento que ya estaba redactado.
Un par de semanas más tarde, la intendenta de Ciudad del Este comenzó a recorrer las oficinas de la Municipalidad supuestamente para “dar su apoyo” a los funcionarios, pero esto no habría sido otra cosa sino despedirse de ellos. Tampoco en esos días su entorno familiar, tanto su marido como su cuñado, el diputado
Lucho Zacarías, le permitieron avanzar con su plan de dejar la institución. Las últimas versiones dan cuenta ahora que el sábado 3 de noviembre Sandra de Zacarías saldría del país una vez más, llevando consigo a su hija, quien en las últimas semanas a las apuradas estuvo rindiendo exámenes finales fuera de los plazos establecidos por el MEC, según las mismas fuentes.
Lo cierto es que la intendenta ladrona Sandra de Zacarías está al borde de dejar la institución municipal, pero no le permiten hacerlo. Esta semana en la cámara de Diputados se conforma la comisión especial que estudiará el pedido de intervención a su gestión, y la votación para su salida sería en 15 días, con el resultado cantado a favor del pedido de los concejales para dar fin al historial de robos y saqueos del clan Zacarías en la Comuna de Ciudad del Este. Entretanto, la renuncia de la corrupta intendenta sería cuestión de tiempo.