Con una misa de acción de gracias y entrega de reconocimientos a médicos, enfermeras y personal de blanco los Gerentes de la Fundación Tesãi celebraron 13 años de aniversario del Hospital Materno y Urgencias del Km 41 Yguazú. El Abg. Pablino Cáceres, gerente ejecutivo mencionó que el convenio social con Itaipú Binacional permite el sostenimiento del mencionado Centro Asistencial con atención gratuita a personas de escasos recursos de la región.
Estuvieron presentes el Intendente del distrito de Yguazú, Ing. Mauro Kawano, Ciro González, presidente de la Junta Municipal, Abg. Pablino Cáceres (Gerente Ejecutivo Fundación Tesãi), Ing. Claudio Piatti Ibarra, [Administrativo], Dr. Jorge Gómez Otaño (Técnico) y el Asesor Médico Dr. Carlos María Domínguez, la Dr. Vivian González, directora del Hospital, profesionales médicos, enfermeras, personal de blanco, funcionarios administrativos, mantenimiento y servicios generales.
Al acto conmemorativo que se inicio con una misa de acción de gracias celebrada por el padre Alex Cándido fue seguido de un festivo almuerzo en el patio de la institución al que asistieron también concejales municipales, representantes de estamentos organizados, sociedad civil y fuerzas vivas de la comunidad con fuerte inmigración japonesa.
El Abg. Pablino Cáceres manifestó que el hospital materno y urgencias de Yguazú, tiene una presencia real y efectiva en la salud de miles de familias carenciadas de las comunidades que conforman su área de influencia. “A través del convenio social con la Itaipú Binacional estamos cada vez más cerca de la gente, tenemos un equipo excelente de profesionales médicos que atienden con amor y vocación de servicio. Este Hospital tiene un fuerte compromiso social y humano en la región, coadyuvando con el Ministerio de Salud en la atención a los más carenciados”, expresó el ejecutivo.
Asimismo pidió trato humano a los más humildes y desposeídos, con una atención digna basada en el amor, la comprensión, la tolerancia y la paciencia porque según dijo las enfermedades no solamente se curan con medicamentos sino también con un abrazo, palabras de apoyo y aliento, amor cristiano, sin importar estatus, posición o clase social porque todos somos iguales a los ojos de Dios, aseveró.