A las 13:08 horas de nuestro país, el humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina anunció que los 133 Cardenales eligieron a un nuevo Santo Padre en la Iglesia Católica.
El elegido es el cardenal Robert Prevost, de 69 años, quien asume el papado bajo el nombre León XIV se convierte en el 267° pontífice de la historia de la Iglesia.
La noticia fue recibida con júbilo por miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, que estallaron en aplausos y cánticos al conocer la elección. La proclamación, hecha desde el tradicional balcón central de la Basílica de San Pedro, marcó el inicio de un nuevo pontificado en un día profundamente significativo para la fe católica.
El nuevo Papa, originario de Estados Unidos, se desempeñaba hasta ahora como prefecto del Dicasterio para los Obispos. Su elección se produce tras una serie de deliberaciones iniciadas el 7 de mayo, con la participación de 133 cardenales de todo el mundo, reunidos en cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco.
Con su elección como León XIV, Robert Prevost hereda una Iglesia en constante transformación, enfrentada a desafíos pastorales, sociales y geopolíticos de gran envergadura. Las primeras palabras del nuevo pontífice, así como los lineamientos iniciales de su pontificado, son aguardadas con expectativa por católicos y observadores internacionales por igual.