La postura pública es del reconocido abogado Oscar Germán Latorre, ex Fiscal General del Estado, y tiene que ver con la decisión del Ministerio Público de haber mantenido durante 8 meses en prisión al Diputado Nacional por Alto Paraná Ulises Quintana, tras imputarlo por narcotráfico, lavado de dinero y otros crímenes, para finalmente acusarlo por delitos menores.
“Lamentablemente nos estamos acostumbrando a que cualquier afirmación, por más absurda e irrazonable que sea, se convierta casi en un dogma de fe cuando es acompañada por cierto sector de la prensa amarilla, para el que poco importa si la noticia es verdadera o falsa, dijo al referirse claramente a los medios que siguen insistiendo en que Ulises estuvo ligado al tráfico de drogas.
Latorre dice haber leído la acusación del Ministerio Público, criticando duramente luego su “escasa calidad técnica de ese mamotreto fiscal”. El ex Fiscal General recuerda que la acusación es fundamentalmente el relato de una determinada conducta que se atribuye a la persona acusada y se la subsume en determinados tipos previstos en la ley penal, y en un plano teórico, el contenido de esa acusación no debe ser un cuento de fantasía.
“Debe basarse en las evidencias recogidas y el Ministerio Público debe tener el sincero convencimiento de que podrá demostrar lo que atribuye al acusado en el juicio oral y público pero la teoría no siempre se condice con la realidad y este es uno de esos casos. El Ministerio Público no se basó en las evidencias para construir su hipótesis del caso si no que trató de encontrar los elementos que permitieran respaldar su versión inicial, con prescindencia de que ella sea verdad o mentira”, refiere además el profesional.
Oscar Germán Lattorre dice estar “más que complacido y tranquilo como defensor técnico”, pero advierte que la acusación pretende nuevamente ser convertida en verdad absoluta con el apoyo de las publicaciones de los medios de prensa, que indudablemente inciden con absoluto descaro sobre las sentencias judiciales, al punto tal que el verdadero debate se traslada desde juicio oral a las páginas de los diarios y el Poder Judicial no tiene la fortaleza ni la voluntad para repeler tan inmisericorde injerencia.
“Al final del camino, cuando la verdad se imponga ¿Quién reparará todos los daños causados al Diputado Ulises Quintana por haber sido presentado públicamente responsable de los hechos punibles de lavado de dinero, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, asociación criminal y de pertenecer supuestamente a un grupo criminal dedicado al narcotráfico?”, se pregunta Latorre.
Finalmente, sostiene que hay que cambiar el convencimiento de que la ligereza, la temeridad y las mentiras deliberadas que muchas veces aparecen en los requerimientos fiscales seguirán sin tener un costo para los que ejercen indebidamente el cargo y causan daños incalculables a las personas y sus familias, en lo que representa una severa crítica a los fiscales que trabajan y actúan de acuerdo a lo que dictan los medios de prensa.