La información a la que accedió Radio Concierto es que para operar de esta manera, la importadora OM SRL, representada por el comerciante hindú Manish Dagia, tiene la complacencia y la connivencia de funcionarios corruptos de la DINAC (Dirección Nacional de Aeropuertos Civiles) y de Aduanas del aeropuerto internacional Guaraní de Minga Guazú.
De acuerdo a esos datos, efectivamente el hindú Manish no utiliza el nombre de su empresa para hacer introducir las mercaderías legales al país, y sí lo hace con los nombres de despachantes de Ciudad del Este. “Cualquier Fiscal de Marcas puede verificar sus depósitos y va a encontrar la gran cantidad de juguetes falsificados”, dijo una de nuestras fuentes.
Sin embargo, el problema radica precisamente allí, ya que la Fiscalía de marcas en sus distintas unidades, están “alimentadas” por la rosca que maneja el abogado Rafael Salomoni, contratado especialmente para proteger a esas marcas internacionales, como MARVEL, pero se llena los bolsillos dejando operar a los falsificadores y los vendedores de juguetes falsificados, como este caso lo es MANISH, el hindú.
Manish Dagia remitió este martes una carta a la redacción de Radio Concierto, señalando que opera con el RUC 80079596-0, negando estar involucrado en estos hechos irregulares que afectan al fisco de nuestro país y promueven la piratería. Indican que su última importación fue el 4 de diciembre del 2019.
Efectivamente Radio Concierto tiene esa información, con la clara salvedad de que para despachar las mercaderías que ingresan al país, son usados los nombres de varios despachantes que trabajan con el comerciante hindú, y no precisamente su empresa importadora que lleva su nombre.
LA PUNTA DE LA ROSCA
QUE NO TIENE CUARENTENA
Este caso es solamente una de las puntas del hilo de la madeja que contiene una feroz rosca de funcionarios públicos corruptos de Aduanas, DINAC, despachantes e importadores, que sigue operando impunemente durante la pandemia, haciendo ingresar al país mercaderías que no son de uso vital para la lucha contra el coronavirus.
Los productos electrónicos e informáticos siguen siendo ingresados por el aeropuerto Guaraní, transportados hasta el centro de Ciudad del Este, y desde allí, remitidos en furgonetas hasta los puertos clandestinos a la vera del río Paraná, para que finalmente llegue a los brasileños y siga ensuciando el nombre de nuestro país a nivel internacional.