Hasta ya se ha perdido la capacidad de asombro ante esta situación absurda que deben soportar los asegurados del Instituto de Previsión Social (IPS) para acceder a un turno con algún profesional médico que los pueda atender.
Las imágenes corresponden a una jornada, hasta si se quiere habitual, en el Instituto de Previsión Social Regional Ciudad del Este, donde se ve a una gran cantidad de gente, entre ellos adultos mayores, quienes tienen que desvelarse a la espera de la apertura a las ventillas para marcar un turno.
Es inadmisible que con toda la tecnología con la que se cuenta, las personas, quienes además pagan por el servicio, tengan que dejar de dormir para pelear por una atención médica.
La mayoría de aquellos que se ven trasnochando recurren al sistema de Salud ante alguna dolencia, por lo que esta situación lo único que hace es agudizar su situación.
Hay muchos casos en los que, ni siquiera dormir en el hospital sirve, ya que o no están los profesionales de blanco asignados o los turnos se acaban.
Édgar López, un internauta de la red social Facebook, escribió sobre tal situación: “Hoy de madrugada fui al IPS a esperar turno en lugar de mi abuelo que debía consultar por un problema de salud, es increíble la impotencia que sentí al ver a personas mayores ya, de 60 años para arriba, tener que ir a esperar sentados, aguantándose el sueño y obviamente aguantando una posible enfermedad por la que van a consultar. Se normalizó tanto esto, siendo que existen miles de maneras de evitar esto y agilizar todo para brindar un buen servicio (por el que todos pagan, por cierto). Y lo peor fue escuchar a un señor que venía desde San Cristóbal (a 175 km) y contó que una vez fue a las 23:30 a esperar, y al día siguiente a las 7:00 horas le dijeron que no le iba tocar un turno. Es triste y creo que no nos merecemos vivir así”.
Y no es un cuento chino, ya que Radio Concierto mostró con imágenes en vivo ayer de mañana cuando agentes de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) colocaban conos para evitar el paso delos vehículos particulares, y los retiraban para dar paso solamente a los taxistas, mototaxistas y transportistas alternativos.
Se trata de un perverso esquema que había sido instalado por el nefasto capitán Carlos Florenciáñez, para que los agentes de tránsito a su cargo cobren montos mínimos por cada unidad beneficiada para el paso fácil hacia el puente de la Amistad, pero que al final de la jornada se convierten en miles de reales o millones de guaraníes.
Desde la rotonda Monalisa para abajo, el control es total de parte de ellos, y el tránsito hacia el puente de la Amistad solamente se hace más ágil para quienes pagan. A veces los mismos agentes de la PMT provocan el atasco sobre la ruta nacional PY02, y otras veces por la colectora Monseñor Rodríguez o la avenida Carlos Antonio López. Mientras, los ciudadanos “comunes” deben soportar horas de fila para pasar al Brasil, y muestran que, en la práctica, y lejos de los discursos del intendente imputado Miguel Prieto Vallejos, los esquemas de recaudación permanecen intactos, donde los mismísimos concejales y directores se llenan los bolsillos, en momentos en que tienen que recomenzar sus mentiras en medio de campañas políticas.
El imputado y acusado intendente de Ciudad del Este se jactó en las redes sociales y los medios de prensa “amigos” en la inauguración de su millonaria “Clínica de Salud Mental”, con una inversión de 950 millones de guaraníes que le hizo pagar al sector privado al que no identificó, y que según dijo, “mejorará la atención psicológica y neuropsicológica para toda la comunidad”.
En esa inauguración, Miguel Prieto Vallejos estuvo rodeado de sus concejales “perritos” como Oscar “Café” González, su cuñado recaudador Pedro Acuña; su candidato a intendente y cerebro de los robos en su gestión, Daniel Pereira Mujica; además de las infaltables Alison Anissimoff, Valeria Romero, el diputado Guillermo Rodríguez que ve la corrupción estatal pero no denuncia los robos de su compinche Prieto, y algunos concejales departamentales que forman parte de la caterva de ladrones que va fortaleciendo el intendente de Ciudad el Este.
Lo que no dijo Prieto en la inauguración, y las autoridades presentes ni siquiera mencionaron, es que esta clínica no servirá para combatir el mayor drama que tienen las familias de Ciudad del Este, que es tener que convivir con los drogadictos llamados “chyrys” en las calles, y que roban objetos de las casas para poder seguir comprando sus drogas, y luego deambulan por la vía pública sin rumbo, y creando nuevas “zonas rojas” por donde la gente ni siquiera puede pasar.
Radio Concierto recogió ayer algunas imágenes de estas personas que silenciosamente “a gritos” piden ayuda, pero son ignorados por autoridades nacionales y locales que, impasibles, se muestran con grandes inversiones, como ahora Miguel Prieto, pero en realidad no hacen absolutamente nada para disminuir el sufrimiento de muchas familias, de donde salen estos ciudadanos.
Fue en la Ruta PY02 entre los kilómetros 60 y 55 de Iguazú. Los detenidos fueron identificados como Adalberto David Escobar Sosa (20), domiciliado en el km 8,5 lado Monday, y un menor de 16 años con residencia en el km 8 lado Monday.
La motocicleta recuperada es una Kenton GTR 150cc de color negro, con chapa N° 018AADN y chasis N°9PAAHBBA0LA003875, cuya denuncia de robo agravado fue presentada el 15 de febrero en la Comisaría 10 de Juan León Mallorquín.
La persecución inició cuando un familiar de la víctima identificó la motocicleta robada y alertó a los agentes de la Subcomisaría 16 de Colonia Santo Domingo. El menor abandonó el biciclo en el km 58 y abordó otra motocicleta, una Kenton GTR 200 azul, con chapa N° 394CAG, ingresando en contramano.
Durante la persecución, los agentes visualizaron que el sospechoso desenfundaba un arma de fuego, por lo que realizaron disparos intimidatorios al suelo. Una esquirla alcanzó el talón izquierdo de Adalberto Escobar, quien conducía el vehículo. En el km 55, los sospechosos intentaron cambiar de carril pero perdieron el control y cayeron a una cuneta, lo que permitió su captura.
Ambos fueron trasladados al Hospital Tesãi para recibir asistencia médica. El caso fue comunicado a la Agente Fiscal en lo Penal de turno, y se labró el acta de procedimiento correspondiente.