Los vecinos del barrio Fátima de Ciudad del Este manifestaron de esa manera su hartazgo ante la inacción policial y hasta denunciaron la complicidad de los uniformados con los delincuentes que los mantienen en zozobra desde hace año. La gota que colmó el vaso evidentemente fue el apuñalamiento de un estudiante de 17 años, por parte de un drogadicto que le robó su teléfono celular.
Durante una multitudinaria y ruidosa protesta, unieron sus voces contra las fuerzas policiales por la inseguridad reinante en la zona, y piden justicia por el estudiante apuñalado. Moradores de esa populosa barriada exteriorizaron así su descontente y hasta dieron nombres y direcciones de los ladrones, de los drogadictos, de los reducidores y hasta de los vendedores de drogas.
Cientos de vecinos dieron la cara y hablaron con los medios de comunicación, tras una marcha que terminó en la Subcomisaría 2ª del barrio Virgen de Fátima. La movilización se llevó a cabo en la noche del martes acaparando las calles del barrio por varias horas, y con un gran respaldo del vecindario que se sumó con pancartas y mucho ruido.
En la sede policial reclamaron duramente a los agentes policiales por su inacción en contra de los vendedores de drogas y adictos que mantienen en zozobra a todo el barrio. Familias, jóvenes, padres, trabajadores, alumnos y docentes del colegio Fe y Alegría marcharon pidiendo justicia por el estudiante acuchillado por un adicto, quien ya está preso y fue imputado por la Fiscalía.
Los vecinos cuestionaron a la comisaria Lilian Cruzzoni por falta de intervención en las fechorías de delincuentes que acechan diariamente a todos. Una pobladora manifestó que en la parte baja del barrio existe una zona considerada “zona roja”, minada de drogadictos y proveedores de estupefacientes por donde la gente pasa bajo peligro constante.
“Estamos cansados de los ‘shyry’ (le llaman a los drogadictos) no se puede andar por la noche ni de día, es una zona roja donde están muchas casas que venden drogas. Porqué la SENAD y la fiscalía no hacen nada. Las drogas destruyen familias de ricos y pobres, proliferan motochorros, ladrones y asaltantes”, agregó la manifestante. Al menos hasta el cierre de esta edición, la Dirección de Policía no había dado ninguna respuesta a los vecinos.
