Después de tres semanas en el mar en búsqueda infructuosa de un puerto seguro en Italia, el “Ocean Viking” llegó a muelle en Francia alrededor de las 08:50 (07:50 GMT) y “sus pasajeros comenzaron a desembarcar”, dijo en conferencia de prensa el prefecto de la región, Evence Richard.
Se trata del primer desembarco en Francia de un navío de rescate que ayuda a migrantes en el Mediterráneo, tras un pulso diplomático con Italia, que se negó a abrir sus puertos.
“Hay mucha emoción a bordo, todo el mundo está muy, muy cansado, pero aliviado de llegar a tierra. Es el final de un calvario”, declaró a la agencia de noticias AFP Laurence Bondard, de la ONG SOS Méditerranée, que opera el barco.
El “Ocean Viking” buscó inicialmente atracar en las costas de Italia, las más cercanas del lugar donde fueron rescatados los migrantes. Italia se negó, alegando que otros países deben asumir una mayor responsabilidad en la acogida de migrantes que intentan llegar a Europa desde el norte de África cada año.
Según las leyes internacionales, los barcos en situación de peligro o con personas rescatadas deben ser autorizados a atracar en el puerto más cercano. Eso implica que Italia y Malta sean las tierras de desembarco de la mayoría de los migrantes que zarpan desde Libia.