Durante su defensa en el marco de la interpelación al Juez de Faltas Municipales, Juan Carlos Quintana, desnudó un montón de precariedades con las que debe desempeñar su labor. El tribunal estuvo a cargo de los lacayos de Miguel Prieto, Pedro Acuña y Alison Anisimoff. En tanto, el otro integrante Federico González ni siquiera apareció. Denunció que está siendo perseguido por el jefe comunal.
“No tengo dactilógrafo, no tengo actuario, no tengo secretario. Tampoco hay una impresora, ni siquiera una computadora que funcione”, denunció Quintana.
Por su parte, con relación a las faltas y llegadas tardías, contó que el mismo cuenta con una planilla de firma y que lo realizan de forma diaria a la hora de entrada y salida, donde se coteja que sí llegaba a horario. “Las planillas se presentaron ante Talentos Humanos, sin que se me haya cuestionado absolutamente nada y, tampoco descontado ni un solo guaraní”, se defendió Quintana.
En otro momento, el juez contó que hace dos años no tiene ni un solo funcionario en el Juzgado de Faltas Municipales.
Igualmente, indicó que esta interpelación y enjuiciamiento es una persecución del intendente Miguel Prieto Vallejos, ya que las fechas que se refieren en la acusación son los únicos dos días en que se instalaron fiscales frente a mi oficina.
Durante la interpelación, el servil Pedro Acuña incluso intentó censurar a Quintana exigiéndole no mencione al intendente ni a los concejales, ocasión en la que el juez de Faltas le recordó sus derechos.
Quintana contó que, pese a los pedidos constantes para contar con funcionarios en el Juzgado, a dos años, no ha habido respuesta por parte del intendente Miguel Prieto y los concejales municipales. “Esto no es más que una persecución personal del intendente Miguel Prieto”, volvió a reiterar Quintana.