El Centro de Reinserción Social de Minga Guazú sigue escalando tras la fuga de ocho reclusos. En un careo tenso, familiares de los cinco guardias penitenciarios detenidos por el hecho confrontaron al exdirector del penal, Julio Careaga, y al jefe de seguridad, Roney Reyes, cuando estos acudieron a declarar ante el fiscal Alcides Giménez.
Uno de los familiares no dudó en alzar la voz y exigir que tanto Careaga como Reyes sean también esposados, señalándolos como responsables directos de la inseguridad en el penal y de haber permitido la fuga. «Ellos también deben estar esposados, presos, no solo los guardias como mi hermano. Si los reos escaparon, fue por la falta de control de quienes dirigían la cárcel», reclamó.
También pidieron que se investigue al jefe de monitoreo, Pablo Martínez, y al jefe perimetral, cuyas responsabilidades en la evasión aún no han sido esclarecidas. Hasta el momento, de los ocho internos que escaparon, solo uno ha sido recapturado, mientras que los demás continúan prófugos.