La jueza Fátima Burró otorgó arresto domiciliario a una mujer que lideraba una red de sextorsión y robo agravado en el barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este y que fuera detenida junto a cuatro hombres durante un allanamiento el 8 de marzo pasado. Se trata de María Luján Mareco Samaniego, quien se hacía pasar por el nombre de “Fátima”.

La mujer fue detenida junto con Milciades Osmar Martínez Samudio, Derlis Israel Villegas Silva, Matías Ramón Verdún Martínez y Lucas Emmanuel Fernández Martínez, luego fueron imputados, enviados presos por sextorsión y robo agravado por parte del fiscal Luis Trinidad.

Llamativamente, según los datos a los que accedió Radio Concierto digital, ahora la cuestionada jueza otorgó arresto domiciliario a la mujer, pese a ser una de las principales cabecillas de la red, en tanto que, los otros cuatro jóvenes siguen con prisión preventiva.

Este hecho tira por el suelo el arduo trabajo del Departamento de Investigación de Delitos y de Antisecuestros como de la Fiscalía para desbaratar el grupo de delincuentes. La investigación está en pleno desarrollo según mencionó el fiscal Trinidad.

EL CASO

Recordemos que el caso ocurrió el 21 de febrero pasado, un hombre había contactado con una mujer, a través de una página de citas denominada “Skkoka” en redes sociales. Acordó un encuentro sexual con una tal “Fátima” por un monto de G. 300.000. Sin embargo, una vez en el lugar acordado, un departamento situado en el barrio Ciudad Nueva, la mujer dijo que la suma pactada era de 300 dólares americanos.

Posteriormente, la mujer comenzó a gritar y aparecieron los cuatro hombres, uno de ellos con un arma de fuego. La víctima fue reducido y despojado de G. 1.500.000. También fue amenazado con ser filmado para hacer creer que el encuentro fue con uno de los hombres, un travestido y que sería divulgado. Eliminaron las conversaciones del encuentro y lo liberaron.

Un automovilista que protagonizó un accidente fatal fue imputado por la agente fiscal Cinthia Leiva Cardozo, en el marco de una investigación por el hecho punible de homicidio culposo. El mismo está identificado como Martín Ezequiel Velázquez Bareiro (21), hijo del exjuez Wilfrido Velázquez, domiciliado en el Paraná Country Club de la ciudad de Hernandarias, quien quedó a cargo del Juzgado de Garantías.

Conforme a los datos, el percance vehicular se produjo este 18 de marzo pasado, a las 22:40 horas aproximadamente, sobre la avenida Eugenio A. Garay de la capital del Alto Paraná. Resultó víctima fatal Osvaldo Presentado Velázquez, conductor de una motocicleta.

En el momento, el sindicado circulaba a bordo de un automóvil BMW 328, de color rojo, con matrícula WSOY 326Py, cuando colisionó contra el biciclo Kenton 125cc, que estaba al mando de la víctima, quien cayó al pavimento y sufrió múltiples lesiones.

Inmediatamente después, Velázquez Bareiro llamó a los bomberos voluntarios, quienes acudieron al lugar y auxiliaron al accidentado hasta el hospital de Emergencias Médicas, donde a las 02:50 horas del día siguiente se produjo el deceso del motociclista.

Intervinieron en el suceso agentes policiales de la comisaría 3ª de barrio Obrero, quienes demoraron al conductor del automóvil. Luego, por disposición de la fiscal Cinthia Leiva el mismo fue llevado hasta la base de la Patrulla Caminera, donde le practicaron el alcotest, que arrojó negativo, sin embargo, testigos aseguraron que el joven estaba alcoholizado y se pone en duda el resultado del alcotest.

El joven en setiembre del 2021 ya había chocado a motociclista estando borracho.

El Ministerio Público, representado por el fiscal Carlos Antonio Almada, logró condenar a 18 años de pena privativa de libertad a un hombre, quien fue encontrado culpable por abuso sexual en niños, pornografía relativa a niños y adolescentes y actos homosexuales con personas menores. Resultaron víctimas su hijastro y el sobrino de su pareja.

El juicio oral y público concluyó en la noche de este lunes 20 de marzo en el Poder Judicial de Ciudad del Este, ocasión en que el representante público produjo numerosas pruebas que fueron determinantes para la aplicación de la sanción, que estuvo a cargo del Tribunal de Sentencia conformado por los jueces Evangelina Villalba, Lourdes Morínigo y Oscar Gabriel Genez.

Según antecedentes, la denuncia sobre el caso fue radicada el 25 de agosto de 2020 por la entonces pareja del ahora condenado, quien es madre y tía a la vez de las víctimas. La misma manifestó que el 23 de agosto de ese año, en horas de la noche, el hombre llegó borracho a su casa, entró a ducharse y al salir comenzó a ver película en su teléfono celular, hasta que quedar dormido.

Como el volumen estaba alto, la mujer agarró el aparato telefónico, momento en que vio varios mensajes de su sobrino, que en ese entonces tenía 13 años. Al verificar, se percató que eran conversaciones de contenido sexual que mantenía el abusador con el niño.

Luego, la recurrente echó de la casa al sujeto y comenzó a indagar a su sobrino, quien le confirmó que en repetidas ocasiones fue manoseado por el ahora sentenciado, quien además le exhibía sus genitales y además le mostraba películas pornográficas. Posteriormente, la mujer descubrió que su hijo, quien en ese entonces tenía 19 años, también en el pasado resultó víctima de abusos  por parte del sindicado.

Tras la denuncia, el joven prestó declaración y relató pormenorizadamente, que desde que tenía 13 años de edad era abusado sexualmente en forma sistemática por el padrastro. No obstante, refirió que al cumplir 15 años se resistió y ya no permitió que el hombre le tocara. Manifestó que en aquel entonces por vergüenza prefirió callar el hecho y también para evitar que su madre mantenga una pelea con el agresor sexual.

En prosecución de la investigación, la Fiscalía abrió el proceso contra el abusador, quien finalmente conoció su sentencia este lunes durante la conclusión del debate público. El mismo deberá compurgar su pena en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este. La identidad del condenado se mantiene en reserva para preservar a las víctimas, así como estipula el Código de la Niñez y Adolescencia.