“Queridos hermanos de EE.UU. rogamos que el símbolo LGBTI+ izado sea retirado en señal de respeto y empatía a la sociedad paraguaya”, pidió el Movimiento Familiar Cristiano de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción mediante un comunicado en repudio a la bandera izada en la Embajada de Estados Unidos en Paraguay.
“Los miembros del Movimiento Familiar Cristiano de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción, constituidos por familias y jóvenes paraguayos de fe católica, hemos reflexionado sobre el contexto actual en relación a la publicación del Embajador de los Estados Unidos de América, Marc Ostfield, en su cuenta oficial de la red social Twitter, del día 1 de junio donde dice que “hoy izamos la bandera del orgullo en nuestra #NuevaEmbajada para promover la igualdad y los derechos humanos. La diversidad nos fortalece y aquí todos son bienvenidos. #PrideMonth””, comienza diciendo.
“Que desde el momento que fue designado el Sr. Ostfield como Embajador de Estados Unidos en Paraguay, viniendo al país con su esposo promoviendo una ideología de promoción al orgullo LGBTI+, consideramos que este hecho es una falta de respeto a los paraguayos, a nuestra cultura reflejada en nuestra Constitución Nacional. Tenemos profundamente arraigada nuestra tradición, fundada por las familias naturales, que se conforman entre el hombre y la mujer. Esto mismo reza nuestra C.N. en el Art. 49. La familia es el fundamento de la sociedad. Se promoverá y se garantizará su protección integral. Esta incluye a la unión estable del hombre y de la mujer, a los hijos y a la comunidad que se constituya con cualquiera de los progenitores y sus descendientes. Nuevamente el Art. 52 lo refuerza más aún diciendo sobre la unión en matrimonio. “La unión en matrimonio del hombre y la mujer es uno de los componentes fundamentales en la formación de la familia. Está claro que en el modelo paraguayo de familia y matrimonio no hay lugar a una unión homosexual y menos aún ser promovida como un derecho humano. ¿Qué derecho humano puede ser algo contra la naturaleza del ser humano?”, indica el manifiesto.
“Por este motivo, nos PRONUNCIAMOS PÚBLICAMENTE en repudio por el activismo y propagandismo político e ideológico del Sr. Marc Ostfield, quien, en lugar de respetar nuestra cultura y creencia, nos inculca una ideología que supuestamente se orienta a promover la igualdad y los derechos humanos. En la Constitución Nacional del Paraguay, todo ciudadano tiene igualdad de derechos y dignidad (Art. 46), por tanto, no existe necesidad de reivindicar o promover otros tipos de derechos por lo que cada persona realiza en su vida sexual y menos aún, promover privilegios ante la ley, como suelen proponer los lobbies LGBTI+ en los demás países”, sigue diciendo el documento.
En otro apartado expresa: “Destacamos que, desde las líneas del magisterio de la iglesia católica, acogemos con amor a toda persona, en este caso específico, a la comunidad LGBTI+, y lo consideramos con toda la dignidad humana, deseamos el mayor bien para ellos y tenemos las puertas abiertas para recibirlos. Sin embargo, amar a la persona no implica aprobar los actos inmorales que practiquen en su intimidad y menos de manera pública. Menos aún, promover esta inmoralidad como un orgullo y un modelo de vida a seguir. Nuestros hijos deseamos criarlosy educarlos con nuestras tradiciones y valores morales, el cual ofrecen una vida plena en la verdad de la vocación del hombre, esto es, ser personas de bien en sintonía con la ley natural. Nuestra constitución también avala este derecho nuestro en el apartado de la Educación y de la Cultura, Art. 73; donde se garantiza que toda persona tiene derecho a la educación integral, en el contexto de la cultura de la comunidad y que se respete la identidad cultural, la formación intelectual, moral y cívica de la persona. Todos estos derechos no están siendo respetados al promover una ideología ajena a la cultura, tradición y valores de los paraguayos.
“Por tal motivo, rechazamos enfáticamente las publicaciones del embajador Marc Ostfield por promover una ideología que va contra natura y contra nuestra fe cristiana, donde el modelo de familia es entre el hombre y la mujer, tal como dicta la naturaleza y como lo diseñó Dios, y esto abraza y defiende la sociedad paraguaya”, explica.
Esta denuncia no cambia el compromiso de buen relacionamiento y apoyo mutuo entre dos naciones americanas y hermanas como Paraguay y los Estados Unidos de América, pero creemos que esto se debe basar en el marco del respeto de ambas culturas y sus soberanías.
Finalmente, exhortamos a la ciudadanía paraguaya a manifestar también su repudio y que así sea respetada nuestra historia con todos nuestros valores que profesamos y las virtudes que practicamos y, sobre todo, se respete nuestra Constitución Nacional y soberanía.