Finalmente, la Corte Suprema de Justicia hizo lugar al pedido del propio Ministerio Público, y desestimó la causa abierta para investigar por daños al Medio Ambiente al intendente de Ciudad del Este y a los empresarios de la firma “Agrofértil”, quienes talaron una treintena de árboles de especies nativas para construir un estacionamiento.
Desde el inicio del proceso, cuando una decena de ciudadanos fueron a impedir que sean talados los 79 árboles autorizados por el intendente Miguel Prieto, había intervenido la Fiscalía, entonces con Adolfo Santander, quien llegó a incautar las maquinarias utilizadas en ese trabajo criminal contra el Medio Ambiente, y ordenó la suspensión de los trabajos.
Sin embargo, pocos días después tuvo que apartarse de la causa porque su padre es funcionario municipal a cargo de Prieto. Más tarde, la fiscal Zunilda Ocampos tomó el caso, y casi sin realizar diligencias tendientes a castigar a los responsables, se ocupó de blanquearlos, llegando entonces a solicitar la desestimación de la causa “por falta de pruebas”.
En todo el recorrer de los meses, desde la masiva tala que fue visible y trasmitida en vivo por Radio Concierto y varios medios de comunicación y en redes sociales, fueron surgiendo elementos contundentes que mostraban que “Agrofértil” con la autorización y Miguel Prieto, y con funcionarios municipales, taló criminalmente esos árboles añosos sin tener autorización del MOPC ni de Tapé Porã, concesionaria de esa parte de la carretera.
Sin embargo, tanto el nefasto Ministerio Público, que con Emiliano Rolón sigue la misma escuela de corrupción de Sandra Quiñónez, como el Poder Judicial que sigue imponiendo daños irreparables a la justicia paraguaya, “no encontraron” motivos para imputar, ni al intendente Prieto, ni a los directivos de Agrofértil, y entonces la criminal tala ahora queda ahora en el triste “oparei”. Es cuando el dinero de la corrupción, puede comprar intendentes y concejales, fiscales, jueces, camaristas, y hasta ministros de la Corte.