Para prevenir situaciones que podrían significar un riesgo para la salud de los estudiantes durante la realización de actividades de educación física en las escuelas y colegios, así como el aprendizaje, desde el Ministerio de Salud se recomienda a los padres llevar a sus hijos e hijas a una inspección médica.
La inspección médica es importante en todas las etapas de la vida, a través de ella se puede identificar factores de riesgo, o contar con un diagnóstico precoz respecto a problemas de salud, malformaciones, afecciones cardiacas, entre otros, por eso recomendamos a los padres llevar a sus hijos a una evaluación clínica antes del inicio de clases.
El objetivo de la revisión médica es verificar que el estudiante se encuentre apto para realizar ejercicios físicos o si los debe realizar bajo ciertas restricciones. Esta evaluación debe efectuarse por lo menos una vez al año en la consulta pediátrica antes del inicio de clases e incluso a mitad del año. Se lleva a cabo de manera gratuita en los servicios dependientes del Ministerio de Salud. En caso de que el pediatra detecte alguna patología o alteración en el estado de salud del menor, este debe ser derivado al especialista en cardiopediatría.
Los que practican ejercicios de alto rendimiento (corredores, maratonistas, nadadores, futbolistas) requieren igualmente de un control previo, pero con estudios más específicos en los que se incluyen: electrocardiograma, ecocardiograma y ergometría.
A la hora del chequeo médico se deben tener en cuenta los antecedentes familiares y personales y el examen físico completo. Normalmente, las instituciones educativas incorporan este requisito a la hora de habilitar a los alumnos para la realización de la materia de Educación Física.
Es importante aclarar que los estudios complementarios como análisis laboratoriales, electrocardiogramas y otros, solo se requerirán en caso de que el profesional médico considere necesario, ya que las actividades físicas que se realizan en las instituciones educativas no son de alta competición.