Son jóvenes, padres de familia, valientes hombres y mujeres que se enfrentan a un torbellino de fuego en las alturas, humo tóxico, cansancio físico y mental. Así están los bomberos voluntarios de Ciudad del Este y de otras localidades quienes desde hace cuatro días están tratando de detener el incendio, en medio del peligro real de un derrumbe, en el edificio céntrico de dicha ciudad.
El siniestro comenzó al inicio de esta semana en el piso 11 del edificio Flytec, pero el fuego llegó hasta el piso 16, según el capitán Ray Mendoza, segundo comandante nacional del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP). La temperatura bajó de considerablemente con los litros de líquidos utilizados. De unos 600°C a 700°C se redujeron a entre 200 °C a 300 °C, según los bomberos.
El sofocante calor y otras circunstancias adversas no amilanan el espíritu combativo de los Bomberos Voluntarios de Ciudad del Este, combatientes y brigadas de distintas compañías del país, acompañados también por las de Itaipú Binacional, lado paraguayo; y con ambulancias de la Fundación Tesãi.
Más de 50 bomberos siguen trabajando en la zona, y a lo largo de estos días ya pasaron por el edificio alrededor de 200 voluntarios para realizar las tareas.
Ser bombero no es una profesión afirman, “es un apostolado de vida y un orgullo personal, es projimidad, es valentía y sacrificio a prueba de todo, es poner en riesgo tu propia vida para cumplir con el juramento de salvar a otros”, dijo a Radio Nacional del Paraguay y Paraguay TV, con la cara cubierta de cenizas, casco en mano, sudoroso y con visibles signos de cansancio, el Ing. Cristian Marín, coordinador de los Bomberos de la Itaipu Binacional.
Solidaridad internacional
A cuatro días del siniestro del edificio en CDE, más compañías de bomberos de Foz de Yguazú, Brasil y de Puerto Yguazú, Argentina se unieron al sobrehumano esfuerzo de sofocar las llamas, que amenazan colapsar el edificio.
Ayuda de la gente
El apoyo de la ciudadanía y empresas privadas es constante haciendo llegar botellas de agua mineral, jugos, frutas, alimentos no perecederos, leche y productos lácteos, entre otros.
La Itaipu Binacional, por instrucción del director general paraguayo Ing. Justo Zacarias Irún, procedió al envío de sus recursos humanos preparados y capacitados en siniestros y tareas de evacuación y rescate. Además de carros de bomberos y brigadas de expertos para la recarga de cilindros y otros insumos para apoyar los trabajos.
“Desde el lunes estamos los bomberos de Itaipu, subir y bajar es desgastante, el combate al incendio es una lucha sin cuartel, somos muy prudentes, el miedo es parte de nuestro servicio. Estamos ayudando para la recarga de los cilindros que utilizan en sus mochilas para poder respirar”, sostuvo Lucero Aquino, combatiente del Cuartel de Bomberos, a los medios del Estado. Son parte del rostro humano de un siniestro cuyo episodio continúa.
