El hecho deja sorprendida a la población, ya que se trata de un caso de malformación y los dueños no saben cómo alimentar al animal.
Un ternero nació con una extraña malformación, el vacuno tiene dos cabezas, cuatro ojos y tres bocas.
El hecho se da en el establecimiento de la familia Amarilla, en la compañía de Curupica´y, en San Pedro del Paraná, departamento de Itapúa.
El animal no tiene problemas de movilidad, pero la alimentación es una complicación para los dueños.
La dueña dijo que no quiere quedarse con el becerro y que podría entregarlo a especialistas para que realicen estudios sobre la condición.