El infarto agudo de miocardio o también denominado síndrome coronario agudo, se produce por la obstrucción aguda de las arterias coronarias, por lo cual se genera el daño al músculo cardíaco.
El infarto se caracteriza por un dolor de pecho agudo, intenso, que puede darse en el medio del pecho (retroesternal) o en la zona del corazón (precordial). Este dolor se puede irradiar a la garganta, a la mandíbula y a los brazos o la espalda. También puede producirse una sensación de falta de aire.
La Dra. Graciela González, directora del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, señala que el dolor de pecho puede ser el primer y último síntoma, ya que el infarto agudo de miocardio es la principal causa de muerte súbita en el mundo.
En Paraguay, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad, y la principal es el infarto agudo de miocardio.
El infarto es una emergencia médica que requiere atención inmediata, por lo que es imprescindible acudir hasta el servicio de salud más cercano.
Con tratamiento se reduce el riesgo de muerte
La profesional médica señala que el infarto agudo de miocardio puede ser tratado con Trombolítico, medicación que produce una lisis del coágulo, es decir, puede disolver o licuar el coágulo, y hacer que nuevamente circule la sangre por la arteria coronaria que estaba obstruida, lo cual hace que disminuya en forma significativa el riesgo de mortalidad, y de esta forma el paciente puede salvar su vida.
Actualmente, se cuenta con esta medicación en la red de atención hospitalaria, junto con el protocolo de atención instalado denominado Código Infarto, en 43 hospitales del Ministerio de Salud, de las 18 Regiones Sanitarias del país.
Hay que tener en cuenta que, si la persona tiene hipertensión arterial, diabetes u otros factores de riesgo, debe realizar el tratamiento adecuado, esto posibilitará disminuir en forma significativa el riesgo de muerte por infarto agudo de miocardio y muerte súbita.
El infarto puede prevenirse
La adopción de hábitos de vida saludables es clave para prevenir el infarto, por lo que se recomienda no fumar, evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, mantener un peso adecuado, consumir suficientes frutas y verduras, cuidar la salud mental, y realizar ejercicios físicos regularmente.
Si bien el infarto agudo de miocardio es más frecuente a partir de los 40 años en el varón, y a partir de los 50 años en la mujer, puede sorprender a cualquier persona, por lo que se recomienda realizar un chequeo médico preventivo, al menos una vez al año.
En caso de contar con algún factor de riesgo, se aconseja acceder al chequeo médico dos veces al año, esto posibilitará la detección precoz de los factores de riesgo que podrían precipitar un evento cardiovascular agudo.