La fiscal Liliana Denice Duarte solicitó la prisión preventiva para Juan Fernando Leiva Romero (30), imputado por agredir física y verbalmente a su expareja, M.A.F., a quien además mantuvo encerrada e incomunicada durante varios días en su departamento. El encausado, quien ya había sido denunciado por hechos similares en el pasado, se encuentra recluido en prisión por orden judicial.
Según los antecedentes, el 9 de mayo de 2024, a las 18:30 horas, la joven acudió al departamento de Juan Fernando, ubicado en el km 8 Acaray, cerca de la Universidad Nacional del Este. La víctima tenía la intención de entregarle un monto de dinero que le pertenecía y que él le había solicitado. A cambio, Leiva Romero debía devolverle algunas pertenencias que se encontraban en el lugar.
Tras llegar al sitio, la mujer le dio 1.100.000 guaraníes y le pidió que verificara la cantidad. Pero, Leiva Romero, al ver que en la cuenta de M.A.F. había más plata, pensó que se trataba de 24.000.000 guaraníes, cuando en realidad eran 24.000 guaraníes. Ante esto, el sujeto insultó a la afectada y se negó a devolverle sus pertenencias. Le exigió además la entrega de todo el capital que tenía en su cuenta, además de un teléfono celular que le había regalado.
En ese momento, la dama pidió nuevamente sus pertenencias, pero Leiva Romero se enfureció y le propinó supuestamente un golpe en la cara con la mano abierta. Luego, la tomó del cuello, la apretó contra el sofá y la amenazó de muerte, diciéndole que le mataría a ella y a sus hijos si no le entregaba el dinero que él creía que tenía. El presunto agresor también le quitó las llaves de su auto y la retuvo a la fuerza en el departamento durante todo el fin de semana, quedando incomunicada.
Luego, en la mañana del 13 de mayo, ante la insistencia para que la dejara salir o le permitiera ir a buscar su celular a la casa de su madre, el sindicado aceptó y le dijo que la llevaría para asegurarse de que volviera y le entregara el dinero. El sujeto tomó el mando del vehículo ajeno y en el trayecto pidió a la víctima que se pusiera al volante para que sus familiares no lo vieran. Sin embargo, justo cuando realizaban el cambio de lugar, pasó por el lugar un primo de la denunciante que los vio. Como sabe que ya estaban separados y el hombre solía maltratarla, le envió un mensaje de texto.
Al llegar e ingresar a la casa de su madre, la citada pudo ver el mensaje y decidió responder, solicitando al familiar que alertara a las autoridades. Los agentes respondieron rápidamente, acudieron hasta la residencia y encontraron al Leiva Romero dentro del vehículo ajeno, donde procedieron a su aprehensión.
