Y eso motivó que los pobladores del barrio Belén de Ciudad del Este, en su límite con Che la Reina, en el Km 4 Acaray, tengan que hacer de “sus pechos las murallas”, y no permitir la continuidad de la maltrecha obra de empedrado con canalización siga su curso para acorralarlos en sus viviendas, y dejarlos a merced de los mortales raudales.
Cuando el imputado por corrupción intendente les anunciaba que el empedrado con el desagüe en el accidentado lugar sería realidad, todos estaban felices, pero con el correr de las semanas se fueron dando cuenta que la corrupción está pudiendo más, y que la obra que se estaba llevando adelante tenía defectos que ponen en peligro a decenas de familias, y sus integrantes.
Entonces, los vecinos organizados recurrieron a la Municipalidad, y en el departamento de Obras les dijeron que “hablen con la empresa constructora”, ya que la misma estaba incumpliendo con las especificaciones técnicas del Pliego de Bases y Condiciones (PBC), que establece que deben ser 50 metros lineales de canalización directa, con dirección al arroyo que está en la parte baja.Sin embargo, la empresa constructora, de la que los vecinos ni saben su nombre, hace lo más fácil y barato, ya que apenas a unos 10 metros de inicio de la canalización, ya hace un desvío en “L”, construyendo un muro de piedras que no tiene fundación, o sea, está apenas sobre la superficie del costado del camino, y por tanto sin ninguna seguridad de que permanecerá allí por mucho tiempo.
Pero eso no es todo, ya que el muro que están levantando, aísla a varias viviendas, cuyos dueños tienen que hacer maravillas para salir hacia la calle. Fueron de nuevo a reclamar por este defecto en la obra, y consiguieron como respuesta que “construyan escaleras” cada uno de los vecinos para poder salir a la calle.
Y los problemas no terminan allí. Los raudales que bajarán con mucha fuerza, ya no encontrarán el muro frente a decenas de viviendas ante el desvío del proyecto inicial, y entonces las aguas invadirán con seguridad esas casas, con los consecuentes daños y perjuicios en la estructura, en los muebles y electrodomésticos.
Entonces los vecinos exigen que la canalización se haga desde arriba, en el inicio del empedrado, hasta el arroyo, y bajo tierra, ya que el desagüe actual tiene solamente 60 centímetros de ancho, y no tendrá capacidad para soportar las grandes lluvias. “Una burla esta obra, porque levantan muros frente a nuestras casas, y al reclamar nos dicen que construyamos una escalera para salir de casa. El desagüe debe ir hasta el arroyo y debe ser bajo tierra, porque ésta, una parte ya se destruyó con las dos primeras lluvias de días atrás, y va a arrasar con el puente que está en el arroyo también”, dijo Arnaldo Rojas, uno de los moradores.
“Tienen que sacar todo esto, y llevar bajo tierra. Si las autoridades no responden nosotros vamos a cerrar esta obra que es una burla, llore quien llore. Vamos a traer una carga de piedra y vamos a cerrar totalmente”, afirmó el vecino, al mencionar que el precio de 160 millones de guaraníes es absurdo con relación a la precariedad de los trabajos. “No vamos a permitir, ya hablamos entre vecinos, y estamos en una sola palabra, porque no es un camino nuestro nomás, es de todo el barrio Belén, donde pasan estudiantes y vecinos”, afirmó finalmente.