Y los reportes fueron varios en forma coincidente, mostrando que las millonarias “lomadas de oro” del imputado y acusado intendente de Ciudad del Este fueron hechas a los apuros, y sin las especificaciones técnicas necesarias para evitar este tipo de contratiempos.
Las imágenes de las fotos corresponden a la avenida Rogelio Benítez, frente al colegio Bautista, al costado de la Gobernación de Alto Paraná, donde Miguel Prieto ordenó la construcción de esos reducidores de velocidad a precios de oro. Evidentemente, no se han previsto los sistemas de desagües para días de lluvia, como las que tuvimos ayer martes en el Este del país.
El miserable negociado es hoy visible a simple vista, y no solamente muestra la grosera corrupción del intendente, sino también, claramente, pone en peligro la integridad de los niños que, en horas de ingreso y salida, deben convivir con el peligro que representa tener que cruzar la doble avenida, muchos de ellos sin sus padres.
Cabe recordar que estas “obras” están siendo construidas por la empresa de Elvio Marecos Barrientos, amigos de tragos del intendente Miguel Prieto, quien no tuvo reparos para adjudicarle la licitación, y días después viajar con el mismo sujeto y otros integrantes de su caterva de corruptos, a las playas de Brasil de vacaciones.
Varias de estas “lomadas de oro” están sin terminar a pesar de que hace varias semanas los chicos están en clase, en las instituciones públicas y privadas. Son en total 24 reducidores de velocidad, por un valor total de 1.180 millones de guaraníes, y los costos unitarios de estas obras van desde los 51 millones de guaraníes, hasta los 95 millones de guaraníes, costos altamente sobrefacturados.