Es la denuncia realizada en la mañana de este miércoles por la señora Lilian Benítez, sobrina y heredera de don Florencio Benítez, verdadero dueño de un edificio situado en pleno microcentro de Ciudad del Este, sobre la calle Camilo Recalde. La misma estuvo ayer martes en audiencia pública en la Junta Municipal, explicando a los concejales su situación, ya que, ellos emitieron un documento que se superpone a los originales con los que cuenta la familia.
De acuerdo a las explicaciones de Lilian Benítez, su fallecido tío es el dueño del edificio y vivió en ese lugar durante 40 años, y ella está allí desde hace 26 años. Florencio Benítez cultivó una amistad de años con su vecino, don Blas Isidro Burgos, a quien otorgó una cesión de derechos por la propiedad en el año 2010. Como Burgos no pagó lo acordado, (700.000 dólares), en el 2020 en la Junta Municipal se revoca esa cesión de derechos, cancelando lo del 2010.
Burgos quiso recuperar su dinero que invirtió en el edificio, pero su pedido sobreviene al fallecimiento de don Florencio Benítez, asumiendo entonces Lilian Benítez esa responsabilidad, sin negar la existencia de esa deuda. Sin embargo, Burgos recurre a la Junta Municipal, aprovechando su amistad con su también vecino, Vicente Prieto, padre del intendente Miguel Prieto Vallejos, y obviamente utilizando su influencia ante la mayoría de los concejales, y consigue que le adjudiquen el terreno, que ya estaba adjudicado a Florencio Benítez, y en posesión su familia.
Para solicitar la adjudicación, Burgos usa la cesión de derechos del 2010, pero no presenta la revocatoria de esa cesión de derechos del 2020, con lo cual engaña (o no) a los concejales y logra que ellos produzcan un documento de contenido falso que se superpone con los originales que obran sobre la misma propiedad.
Lilian Benítez entonces, interpone un interdicto por retener la posesión, obteniendo una respuesta positiva de la justicia, y desde entonces denuncia que es hostigada por la familia Burgos, entre ellos, el concejal departamental “Rafa” Burgos (ANR), hijo de Blas Isidro. “Viene a hostigarme todos los días en mi casa, recurrí a un interdicto por retener la posesión, para que ya no me moleste, porque nadie niega la deuda, y ahora desde febrero hostiga también a mis inquilinos”, afirmó la denunciante.
Lilian Benítez afirmó además que hace varios meses intenta hablar del tema con el intendente Miguel Prieto para explicarle la situación real, y que su padre y él están obrando mal, pero nunca fue atendida. “Le llegué a esperar hasta las 18:00 horas, y no me recibió nunca”, afirmó, al agregar que los Burgos, no están en posesión de la propiedad, y por tanto no pueden ser adjudicados ya que el requisito principal precisamente es la posesión. “Miguel (Prieto) y don Vicente (Prieto) son amigos de don Burgos”, agregó.
Lilian también sostuvo que personas conocidas están tomando fotos del edificio, y logró identificar a uno de ellos a través de las cámaras. “Entonces le llamé y le pregunté, me dijo que era comprador, dijo que le ofreció Rafael Burgos, hijo de Isidro Burgos. Dijo que ellos tienen el título, entonces fui a denunciarle a Rafael Burgos (concejal departamental), porque como ladrones a la noche van a sacar foto”, agregó.
La denunciante también explico que algunos concejales, para justificar la adjudicación ilegal que hicieron a los Burgos de un edificio que no les pertenece, le dijeron que “hay una deuda muy grande” de parte del fallecido Florencio Benítez. “Yo reconozco que sí existe la deuda, pero la Junta no está para juzgar esa situación, por eso abrí la sucesión y allí deben presentarse. Mi tío vivió 40 años ahí. Pagó 102 millones de guaraníes por la adjudicación. Tengo todos los documentos originales de la propiedad y mi interdicto, y hoy temo por mi vida y la de mis hijos porque estoy siendo acosada”, afirmó finalmente Lilian Benítez al asegurar que recurrirá a todas las instancias posibles para evitar este despojo.