Esta vez fue por abuso sexual en niños. La niña habría sido víctimia de proxenetismo por parte de la madre y el cliente ocasional fue Rafael Esquivel «Mbururu», pero no contento con una noche en el motel Samoa, Mbururu volvió a buscar a la niña, en la segunda ocasión la niña se opuso, en la tercera, Esquivel fue hasta la casa de la víctima a llevarle torta por su cumpleaños. Todo pasó en el barrio San Miguel de Ciudad del Este en el 2020, cuando este personaje fungía de «prensa alternativa».
La madre de la víctima, procesada por proxenetismo y abuso sexual en carácter de cómplice, fue absuelta por errores procesales. Sin embargo, la fiscal, Vivian Coronel no estuvo de acuerdo con la disposición del Tribunal, sí de la condena al depravado Mbururu.
El Tribunal de Sentencia fue presidido por el juez Óscar Gabriel Génez e integrado por sus colegas Evangelina Villalba y Lourdes Morínigo. Argumentaron que la absolución de la madre fue considerando que se violentó su derecho a la defensa debido a que durante el procedimiento de cámara Gesell, no participó porque la Penitenciaría Regional no contaba con móvil para su traslado.
Los datos refieren que, la afectada fue asistida por una profesional del Centro de Atención a Víctimas, ocasión en que confesó que fue obligada por su madre a tener relaciones sexuales con Rafael Esquivel, a cambio de dinero. Luego, durante su comparecencia ante la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes, volvió a asegurar que fue víctima de abuso sexual sufrido por parte de “Mbururu” Esquivel con la complicidad de su
mamá.
Pero, en el juicio oral y público se retractó y pidió disculpas a su madre, pero se presentaron pruebas de que habría sido amenazada por sus familiares. Mbururu por su parte dijo a medios de prensa que no conoce a la víctima, que es un perseguido político.
Recordemos que Mbururu cuenta con dos condenas, una de dos años por coacción grave, en carácter de instigador, a la familia Arias Montalbetti. También 10 años de prisión por intento de
homicidio, robo agravado, coacción sexual, entre otros ilícitos, por violento ataque a una familia en la colonia Tape Yke del distrito de Itakyry.