Semana Santa es mucho más que un feriado largo, es un llamado a la reflexión profunda sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, según expresó el padre Ernesto Zacarías, desde la Diócesis de Ciudad del Este. La Iglesia Católica invita a todos los fieles a vivir intensamente estos días santos, con el corazón dispuesto a acompañar espiritualmente a Jesús en su camino al Calvario.
“El sentido de la Semana Santa es sentir el dolor, la muerte y la resurrección de Jesús. No se trata solo de recordarlo, sino de vivirlo con fe”, explicó el sacerdote. Añadió que cada celebración litúrgica tiene un significado profundo que ayuda al creyente a conectarse con el misterio central del cristianismo.
Durante el Jueves Santo, se celebra la Misa del Lavatorio de los Pies, que rememora el gesto de humildad de Jesús hacia sus discípulos. También se conmemora la institución de la Eucaristía y del sacerdocio.
El Viernes Santo, la Iglesia guarda luto. No se celebra misa, sino la Liturgia de la Pasión del Señor, que incluye la adoración de la cruz y la lectura del relato de la Pasión. Es un día de ayuno, oración y silencio.
El Sábado Santo, se vive el llamado “día del gran silencio”, cuando se recuerda a Jesús en el sepulcro. Por la noche, tiene lugar la Vigilia Pascual, considerada la celebración más importante del año litúrgico. Se realiza la bendición del fuego nuevo, el encendido del Cirio Pascual, la proclamación de las lecturas y la celebración de la Resurrección.
Finalmente, el Domingo de Pascua, la Iglesia celebra con gozo la Resurrección de Jesús, la victoria sobre la muerte y el pecado. Es el punto culminante de la fe cristiana.
El padre Zacarías recordó que “Jesús no murió por una idea ni por un símbolo, sino por amor a la humanidad. Y resucitó para darnos vida”. En ese sentido, hizo un llamado a los fieles a participar activamente de las celebraciones y a no dejar que estos días pasen como una tradición vacía, sino como una verdadera experiencia espiritual.