Adriana Esther Fernández, de tan solo 23 años, vive en situación de calle. Adicta a las drogas y afectada por serios trastornos mentales provocados por su consumo, ha pasado sus días con una bebé de apenas seis meses en brazos. Deambulaba por calles, buscando una esquina donde pasar la noche. Nadie la veía… hasta que fue demasiado evidente ignorarla.
Tras una denuncia hecha por medios de comunicación, la CODENI y la Defensoría de la Niñez finalmente intervinieron. La bebé fue rescatada y llevada a un hogar; Adriana fue trasladada a la Comisaría de Mujeres.
UNA HISTORIA MÁS PROFUNDA
Pero detrás de este operativo hay una historia más profunda, una que involucra abandono, dolor familiar, y una falla institucional. Alcides Fernández, padre de Adriana, y su hijo del mismo nombre, hermano de la joven, con la voz entrecortada, contaron que desde hace dos meses luchan para conseguir la guarda de la bebé. Han golpeado puertas, firmado papeles, hablado con funcionarios.
La respuesta fue siempre: “Si no hay peligro, no se puede sacar a la criatura”. ¿Pero qué mayor peligro puede haber que una madre con graves trastornos mentales, sin techo, y en situación de adicción?. El padre biológico de la bebé, identificado como Rodrigo López, también es adicto. Adriana, además, estaría ejerciendo la prostitución para sobrevivir.
PIDEN LA GUARDA
La familia Fernández pide que la niña tenga una vida distinta, lejos de la calle, lejos del peligro. Hicieron un llamado urgente a la CODENI, a la Defensoría de la Niñez y al Ministerio de la Niñez y Adolescencia para que pongan a la bebé en primer lugar y puedan darles la guarda. En tanto, la CODENI celebró que haya familiares que puedan hacerse cargo de la niña.