Una fiesta de San Juan casi termina en una tragedia luego de que un joven fue brutalmente golpeado.
La víctima fue una adolescente de 15 años, que fue salvajemente golpeado en el Colegio El Sembrador de Ciudad del Este.
El joven había pedido a su padre asistir al evento, con ganas de compartir y disfrutar. Sin embargo, al llegar, fue premeditadamente emboscado por tres adolescentes, algunos mayores que él. Bajo la excusa del “juego del calabozo”, lo atraparon, lo llevaron a una carpa improvisada y, sin previo aviso, le colocaron con fuerza una precinta negra en el brazo, como si fuera un delincuente.
El adolescente, sin entender lo que ocurría, se asustó y logró escapar del patio del colegio. Corrió desesperado hasta una heladería cercana, donde fue asistido por funcionarias que le cortaron la precinta. Pero la crueldad no terminó ahí.
Uno de los agresores, el mismo que lo había emboscado, lo siguió hasta el local, lo acorraló, le dio una patada y, cuando el joven cayó al suelo, lo golpeó salvajemente en el rostro. El atacante ya había sido expulsado de otra institución por su carácter violento, pero aún así seguía participando de actividades escolares sin control ni advertencia.
El caso ya está en manos del fiscal Osvaldo Zaracho.