El sábado los seminaristas Blas Rodrigo Oviedo Leguizamón y Joel Ireneo Benítez Gayoso, recibieron la ordenación diaconal de manos de Monseñor Pedro Collar Noguera, obispo de la Diócesis de Ciudad del Este.
La ordenación, contó con la concelebración de sacerdotes de la diócesis y la presencia de formadores del Seminario Menor y Seminario Mayor.
Durante su homilía, Mons. Collar Noguera enfatizó que el diaconado no es «una realidad transitoria», sino un ministerio permanente al servicio de la Iglesia. «Los diáconos son ícono viviente de Cristo siervo en la Iglesia», afirmó el prelado, explicando que su misión abarca el triple ministerio de la liturgia, la Palabra y la caridad.
Un llamado sin medias tintas
En un mensaje directo, Mons. Collar Noguera exhortó a los nuevos diáconos a ser auténticos «hombres de la Palabra, hombres de oración y hombres de caridad», utilizando expresiones en guaraní que resonaron profundamente en los asistentes.
«No les den asco (jeguaru) ensuciarse las manos con la saliva de los niños con alguna deficiencia. No les den miedo (kyhyje) tocar la miseria de tantos enfermos que sufren la soledad o el abandono», declaró el obispo, instando a los ordenandos a no rehuir del contacto directo con el sufrimiento humano.
El prelado también alertó sobre los desafíos contemporáneos, pidiendo a los diáconos que no sientan «angustia (chepy’apy)» al acompañar a jóvenes sumidos en las drogas, las «nuevas esclavitudes» o el sinsentido existencial.
Compromiso familiar y comunitario
Durante la ceremonia, el obispo agradeció especialmente al P. Domingo Sabio Ovelar Daspe por la presentación de los candidatos y reconoció el papel fundamental de las familias en la formación sacerdotal. «Su testimonio de vida es y seguirá siendo para sus hijos una plataforma fundamental en su proceso de formación permanente», expresó dirigiéndose a los padres de los ordenandos.
La celebración concluyó con la entrega del libro de los Evangelios a los nuevos diáconos, acompañada de las palabras rituales: «Recibe el Evangelio de Cristo, del cual has sido constituido mensajero; esmérate en creer lo que lees, enseñar lo que crees y vivir lo que enseñas».
Los diáconos Oviedo Leguizamón y Benítez Gayoso se suman así al servicio diaconal de la Diócesis de Ciudad del Este, comprometiéndose a vivir bajo la protección de la Virgen María y el ejemplo de los santos mártires coreanos celebrados en esta fecha.