La iniciativa incluyó misas y un almuerzo especial en las penitenciarías de Alto Paraná
La Pastoral Carcelaria de la Diócesis de Ciudad del Este, llevó a cabo una jornada solidaria que benefició a más de 2.000 internos de las cárceles de varones y mujeres de la región, en conmemoración del Día de la Virgen de la Merced, considerada patrona de las personas privadas de su libertad.
La actividad, que se desarrolló este miércoles, incluyó la celebración de misas en las distintas penitenciarías y la preparación de un almuerzo especial consistente en «marmitas de pollo con ensalada de arroz» para todos los reclusos.
Misas en las tres penitenciarías
Las celebraciones religiosas se realizaron en los tres centros penitenciarios del departamento. En la cárcel de varones de Minga Guazú, la misa fue presidida por Monseñor Pedro Collar, mientras que en Ciudad del Este estuvo a cargo del P. Ecar Rolón, con la concelebración del P. Marcelo Albornoz. En la penitenciaría de mujeres, la ceremonia fue dirigida por el P. Atilio Benítez.
Llamado a la solidaridad ciudadana
Para hacer posible esta iniciativa, la Pastoral Carcelaria lanzó un llamado a la comunidad solicitando donaciones de entre 60 y 70 cajas de pollos, recursos necesarios para preparar el almuerzo que benefició a la población carcelaria de la región.
Según datos proporcionados por los miembros de la pastoral, actualmente Alto Paraná alberga aproximadamente 2.100 reclusos distribuidos de la siguiente manera: 822 en la cárcel de Minga Guazú, más de 1.500 en la cárcel regional de Ciudad del Este, y alrededor de 100 mujeres y jóvenes privados de libertad.
Mensaje de esperanza del obispo
Durante su homilía en la cárcel de Minga Guazú, Mons. Pedro Collar reflexionó sobre el significado de la esperanza en el contexto del Jubileo de la esperanza, destacando la importancia de la misericordia divina y la posibilidad de renovación personal.
«Hoy celebramos la fiesta de la Virgen de la Merced en el contexto del Jubileo de la esperanza. La esperanza de renacer a una vida nueva es lo que estamos llamados a asumir», expresó el prelado ante los internos.
El obispo también dijo que todos podemos equivocarnos y enfatizó la importancia de creer en la rehabilitación y la posibilidad de cambio.
Simbolismo de la Virgen de la Merced
La celebración cobró especial significado por la devoción a la Virgen de la Merced, quien según la tradición es representada sosteniendo al niño Jesús junto a una cadena rota, símbolo de la liberación de la esclavitud y la prisión.
«Que ella dirija a cada uno de ustedes su mirada materna, haga surgir de cada corazón la fuerza de la esperanza para vivir una vida nueva y digna en plena libertad», concluyó el obispo en su mensaje a los internos.
Esta iniciativa de la Pastoral Carcelaria se enmarca en el trabajo permanente que realiza la Iglesia Católica a través de la diócesis en los centros penitenciarios, promoviendo la dignidad humana y ofreciendo espacios de reflexión y esperanza a la población privada de libertad.