Independiente al dinero que pudo haber recibido, o a las resoluciones que pudo haber emitido, las investigaciones periodísticas de Radio Concierto y otros medios de alcance nacional han demostrado fehacientemente que el juez penal de la Niñez y la Adolescencia Marino Méndez, tiene sí, conexión familiar con el clan Zacarías y por tanto no podría haber atendido casos que le atañen.
El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) la semana pasada procedió a su suspensión para ejercer el cargo, la cual hasta ahora aparentemente no ha sido notificada ya que el magistrado siguió trabajando, presidiendo juicios orales y hasta concediendo medidas sustitutivas hasta a procesados por abuso sexual en niños.
El fin de semana las evidencias publicadas respecto a su relacionamiento familiar con el clan Zacarías fueron mucho más contundentes aún, que aquellas mostradas en trasmisión en vivo por Radio Concierto cuando lo encontramos viviendo en un dúplex de Lucho Zacarías, que se comprobó después, Marino Méndez ya lo había comprado por 100.000 dólares americanos.
Las fotografías familiares lo muestran con Lucho Zacarías y otros miembros del clan de ladrones, farreando y en lugares exclusivos dentro y fuera del país. De hecho, su esposa es hermana de la esposa del ex gobernador que ahora es diputado, y por tanto son concuñados.
En dos de sus últimas medidas tomadas para favorecer al clan Zacarías, Marino Méndez Hermosilla primero prohibió a la Junta Municipal a tratar la renuncia de Sandra de Zacarías cuando la misma intentaba volver a la Comuna antes de ser destituida; y luego rechazó el pedido de la Fiscalía de reabrir la causa por enriquecimiento ilícito, que podría haber llevado preso a Javier Zacarías Irún.
En declaraciones a medios radiales de la capital, el líder de la mafia familiar, Javier Zacarías Irún, había señalado que Marino Méndez es “administrador” del dúplex donde vive, y hasta justificó que la hija de Lucho Zacarías, Natasha, transfiriera un monto de dinero a la cuenta bancaria del magistrado, “para arreglar una motobomba” del condominio.
Si bien el JEM debe llamar primero a Marino Méndez para ejercer su defensa, es casi seguro que el desenlace de esta historia será la destitución del mismo, salvo que por decoro y delicadeza que no los tuvo antes, presente renuncia al cargo.