Durante una reunión llevada a cabo en la ciudad de Juan León Mallorquín en la tarde de este miércoles, la AMUALPA (Asociación de Municipalidades del Alto Paraná) ratificó su reconocimiento solamente a Francisco Dejesús Amarilla (PLRA) como intendente de Juan Emilio O’leary, y rechazó el atropello que hicieron los concejales para instalar a un colorado como jefe comunal “mau”.
Incluso jefes comunales de la ANR estuvieron en la reunión, y conocedores de la realidad personal que le toca pasar al colega liberal, decidieron respaldarlo para que siga como intendente. De hecho, Francisco Amarilla estuvo en la intendencia en la mañana de este miércoles cuando la turba colorada apadrinada por el Diputado Ramón Romero Roa (así dicen en esa ciudad), fue a atropellar la institución.
Cabe recordar que Amarilla está imputado por abuso de menor, en una gravísima acusación hecha por su ex esposa y donde la supuesta víctima es la mismísima hija de ambos. El Poder Judicial sin embargo no puede obviar el dato, que la actual pareja de la ex esposa de Amarilla, es un adversario político del intendente, y la manipulación en la denuncia puede estar contaminada políticamente, que es lo que la población local cree en este caso.
Ante esta situación, la AMUALPA sienta postura y califica de ilegal e ilegítima la decisión de la Junta Municipal de “sustituir” a Francisco Amarilla por el colorado Everaldo Acosta, con la ayuda de un liberal vendido, según el asesor jurídico de la entidad, el abogado Fabio Arámbulo.
La figura de “sustituir” sin embargo no está contemplada en la Ley Orgánica Municipal, que taxativamente señala que un intendente solamente puede ser destituido por la Cámara de Diputados, tras un proceso de intervención donde sea declarado culpable.
Entonces, independiente a la suerte (o la mala suerte) que le toca vivir hoy al intendente liberal, ya que tiene impedimentos para ejercer el cargo, él sigue siendo en intendente municipal de Juan E. O’leary, al decir de la AMUALPA. En la mañana de este miércoles hubo una manifestación donde la ciudadanía apoyó a Francisco Amarilla, pero fueron víctimas de una fuerte represión policial ordenada desde el Ministerio del Interior, a instancias de Romero Roa, según las fuentes.