El ataque ocurrió en la madrugada de ayer domingo al local del banco Visión, en el distrito de Liberación, departamento de San Pedro. Fue cuando unos 50 delincuentes pertrechados con armas de guerra, irrumpieron en el centro urbano del novel distrito, detonando explosivos y quemando vehículos.
La acción fue bien similar a lo materializado por el PCC (Primer Comando da Capital) en abril del 2017 en el local de Prosegur de Ciudad del Este. En el caso de Liberación, los criminales asesinaron a un joven de 18 años, William Cantero, que salió de un evento que se desarrollaba cerca del lugar del ataque, con el fin de enterarse lo que sucedía.
La fachada del local del banco Visión fue totalmente destruida en virtud a las explosiones de dinamita en gel, lo cual permitió que ingresaran al interior del banco para llevar dinero. Hasta anoche no existía una comunicación oficial sobre el monto de lo que robaron, pero el ministro del Interior adelantó que esa sucursal bancaria no maneja mucho dinero.
Los criminales llegaron a la bóveda e hicieron explotar al menos tres veces potentes explosivos, y tenían para más, ya que los intervinientes encontraron en el sitio lo que sería dinamita en gel sin detonar.
La acción policial para repeler a los marginales quedó en el intento, ya que los atacantes tiraron clavos “Miguelito” por todas las calles donde circulaban. Esos clavos destrozaron las cubiertas de la única patrullera que tiene la población, que es de unas 30.000 personas. Los delincuentes también cubrieron su huida quemando vehículos, uno frente al banco y otros en una compañía cercana denominada Juayhu.
El ataque creó conmoción a toda la zona, e inmediatamente surgieron las primeras reacciones, mencionando que era bien similar que desarrollado en abril del 2017 en Ciudad del Este, cuando el PCC tomó la ciudad por dos horas sembrando el terror.
El banco visión emitió un comunicado repudiando el ataque, y criticó el alto índice de inseguridad. El nuevo ataque, que es casi seguro ha sido perpetrado por miembros del PCC, es otro desafío de la criminalidad a la seguridad del Estado, desafío que ya se tuvo semanas atrás con el sangriento motín en la cárcel de San Pedro, donde brasileños asesinaron a 10 paraguayos, decapitando a varios de ellos.